La enfermedad sufrida por el virus ha entrado en escena y nos ha hecho quedarnos encerrad@s en casa a nivel planetario. Y perder tantas familias a sus seres queridos y no poder hacer nada es algo que sucedió en pocas semanas sin saber del mañana. Para mí, replantear esta situación sería regresar a la “normalidad”, vivir en libertad. Es un cambio radical en nuestras vidas, pasar a estar más relajad@s con nuestr@s hij@s y vivir las experiencias hasta que esta pesadilla pase.
También podemos aprovechar a “educarnos” desde casa con la tecnología, aparte de ver noticias de tristezas y alegrías. Para mí, el online es un cambio porque nunca estuvimos preparad@s para esta pandemia. Pero ahora sí tenemos una obligación de aprender online porque no se sabe qué pasará, se ve lejos el salir a la “normalidad”. En mi caso, que nunca lo había usado, hay miedo y tendría que prepararme para saber cómo funciona, por eso de dar datos bancarios y no saber si es seguro o si puede haber un robo a nuestra intimidad o privacidad.
Con el trabajo es importante tener un entorno de confianza para mantener la normalidad con nuestro equipo siendo flexible desde nuestro puesto de trabajo, respetar el protocolo o normas por la crisis de la pandemia.
En el día a día, por el confinamiento, tenemos un estrés exagerado al no dormir bien y eso afecta el estado de ánimo; el comer a horas indebidas afecta a nuestra salud también. Esta situación ha causado miedo, muerte y violencia … niñ@s que no pueden ir a coles, la gente que se pone nerviosa enfermiza. Mis relaciones también han cambiado, por ejemplo, las consultas médicas han sido difíciles durante estas semanas de aislamiento, el perder interés en mi relación de pareja, etc.
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